Aroche - El enclave

de la muralla, concretamente el de la Ermita del Cristo (quizá en el mismo sitio donde Corbachino propuso una tijera), La Bica y el situado junto al portillo San Juan. Probablemente previera uno también para defender la torre de San Ginés, si bien no tenemos la seguridad de que la cola de golondrina que hoy existe obedezca a lo que Médicis pudiera haber proyectado. En todo caso el militar de la frontera extremeña no vio terminadas las obras ya que murió en la batalla de Telena (Badajoz) en 1646. Pudiera ser que su sustituto en Encinasola, Antonio Pimentel, fuera también el encargado de terminar la obra arochena.

Hay que esperar al siglo siguiente para obtener nuevos datos, esta vez aportados por el Comisario Extraordinario de artillería Joseph Díaz Infante, quien en su informe de 1735 dio cuenta del mal estado de las defensas de Aroche y propuso la forma de artillarla. Para las reparaciones recomendó desmontar parcialmente el castillo medieval y la torre de San Ginés para reparar los desperfectos con los materiales obtenidos. Insistía en la necesidad de terminar la cola de golondrina que defendía esta torre (proveniente quizás parcialmente de las obras de 1645-1649) y que no estaban aún terminadas. También propuso construir dos fortines en los dos cabezos cuyas alturas dominaban la población: el Cerro del Puente (conocido como Alto del Naranjo en el siglo anterior y que fue donde las tropas lusas emplazaron artillería para asediar la ciudad) y el Cerro de las Cruces, en un alto del paraje de La Serrana, al sureste de la Torre de San Ginés.

En el plano que acompaña al informe de Joseph Díaz Infante se representa únicamente las defensas de la villa y no su trama urbana. La cerca aparece acompañada por un adarve continuo al que se accede mediante escaleras de tipo medieval. Las únicas construcciones de la villa que se indican aparecen marcadas (debido al estorbo ante la función defensiva) como casas unidas a la muralla. Ello nos hace ver que en esa fecha la población quedaba íntegramente intramuros, aparte de no aparecer ninguna construcción adosada al exterior de la muralla salvo las caballerizas de la aduana que, con planta de rediente, se localizaban justo el norte de la puerta de Santa Clara. Figuran también elementos singulares como los baluartes, si bien al de La Bica lo denomina hornabeque y a la cola de golondrina de San Ginés obra coronada.

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